La casa de modas Alberto Rodríguez, nace en el año de 1986, dentro de la revolución de la moda de los 80’s, a finales de la época disco y a la par del nacimiento de las nuevas firmas que durante las siguientes décadas brillarían en el firmamento de la moda internacional, tales como Lacroix, Mugler, Herrera, Versace, Armani, etc.
Esta revolución envolvió y sedujo al diseñador Alberto Rodríguez quien se desempeñaba en el campo del diseño grafico y la publicidad, y mas aún que años atrás durante un viaje a New York, tuvo la oportunidad de tener en sus manos diseños de Chanel, Dior y Oscar de la Renta, sintiendo esa magia y poder que solo la alta costura trasmite.
Así es que toma la decisión y cambia el campo de la publicidad por el de la moda, con un curso de corte y confección y así es como inicia su viaje en la moda, en sus comienzos se dedica a la elaboración de diseños personalizados dando servicio a clientas particulares, ejercitándose en el campo de la alta moda emulando directamente de los grandes, aprendiendo proporciones, cortes y volúmenes, después de algunos años de práctica continua con la propuesta de sus diseños, enfocándose en el estilo barroco e innovando la tendencia que se usaba en ese tiempo en Guadalajara, impactando a la sociedad tapatía con sus diseños, y como consecuencia, recibiendo invitaciones para participar en diversos foros de mayor importancia, desde certámenes de belleza locales hasta nacionales como Nuestra Belleza México, así como en plataformas importantes de entre las cuales destaca la Muestra de Alta Moda o el Fashion International View por la reconocida institución Jannette Klein, además de participar en programas de televisión de talla nacional. Culminando todo esto presentando sus diseños en foros internacionales como San Antonio, Texas y Vancouver Canadá.
Al transcurrir los años y después de de tantas gratas experiencias obtenidas a través del ejercicio de la alta moda, su estilo está definido en un nuevo parámetro de moda, distinto a lo establecido, debido a su diversidad de propuesta, lo prolijo de sus acabados y los acentos románticos, que lo han hecho identificarse en un estilo único y original.